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miércoles, 6 de octubre de 2010

Historia del Movimiento Obrero Argentino III

III -Etapa del Poder Sindical 1943-1983

Lic. Daniel Alonso

Esta etapa está signada por distintos acontecimientos políticos, sociales y económicos de alto impacto en la vida nacional, por lo cual es necesario segmentar para un mejor análisis en:

  1. De 1943 a 1955
  2. De 1955 a 1973
  3. De 1973 a 1976
  4. De 1976 a 1983

  1. Período 1943-1955: Este período se caracteriza por la integración del movimiento obrero en un partido político.
El 4 de junio de 1943 estalla el segundo golpe de estado del siglo encabezado por el general Arturo Rawson que no llega a la presidencia, Pedro Pablo   Ramírez (1943/1944) jura como presidente de facto y un año después el coronel Perón es designado Secretario de Trabajo y Previsión, quien dispone importantes medidas en lo social que beneficia a obreros, peones rurales y trabajadores de la clase media
Con la revolución del 1943 se inicia un nuevo período que puede considerarse como de gremialismo de masas. Comienzan a celebrarse los primeros convenios colectivos de trabajo y se sancionan decretos que se constituyen en las primeras normas específicas sobre asociaciones de trabajadores y profesionales.
Finalmente con la renuncia de Ramírez, es nombrado presidente interino Edelmiro Farrell (1944/1946) y llama a elecciones democráticas en 1946.

Los conflictos laborales entre 1943 y 1945 fue uno de los más bajos de la historia del sindicalismo. En ese mismo periodo se firmaron el país más de 900 convenios colectivos de trabajo, los obreros lograran beneficios sin efectiva y directa participación en conflictos, y contratos, que solían ser enfrentados o resueltos por la presión de los funcionarios, en su caso Juan D. Perón que preside el país en el período (24/02/46 al 16/09/55). El sindicalismo se inserta definitivamente en el peronismo.

La CGT se consolida como institución rectora del movimiento sindical y a partir de la reforma de sus estatutos en 1950, adquiere facultades para intervenir a las asociaciones afiliadas.
Durante éste período, el movimiento obrero tiene la oportunidad  de recobrar sus fuerzas, reconocerse poder político y sentirse íntegramente parte del sistema, aspectos éstos que en las etapas anteriores no fue favorable, sin embargo el  precio que pagó fue demasiado caro, perdió la independencia política gremial, y a partir de allí no podrá eludir su pacto con Perón.

El aspecto más sobresaliente de ésta etapa es la incorporación del movimiento obrero al gobierno, previa depuración de aquellas tendencias que según éste no respondían a los intereses del país. Pasa a constituirse en la columna vertebral del movimiento peronista, con una gran identificación ideológica y con un alto grado de nacionalismo y verticalidad. Estos últimos le permitirán contener los intentos de la izquierda de penetrar en las organizaciones sindicales.



  1. Período 1955-1973: A partir del derrocamiento de Perón, comienza el movimiento obrero a plegarse y replegarse a diferentes situaciones para poder subsistir. Del poder político logrado durante los gobiernos peronistas, se pasa a la Revolución Libertadora (1955/58), un golpe militar que según ellos, buscaba “normalizar“el país y llamar a elecciones libres. Como era obvio el nuevo gobierno intenta dividir al movimiento obrero, so pretexto de la libertad sindical. Esta maniobra se dirigió fundamentalmente a denostar el concepto de unicidad sindical, permitiendo la actuación de más de un sindicato por actividad.
Esta división surge como consecuencia de la promulgación de leyes que afectaron directamente a los sindicatos, tales como la inhabilitación para ejercer funciones sindicales a aquellos dirigentes que cumplieron esa función en el período 52/55 en los niveles de conducción.
De tal modo que surgen gremialistas que el peronismo había desplazado en los años 44/47 y comienza una lucha interna feroz.

Con el peronismo proscrito asume la presidencia Arturo Frondizi (01/05/58 al 29/03/62), quién propugna la unificación gremial sancionando la Ley 14455 de Asociaciones Profesionales y derogando el Decreto que favorecía la pluralidad sindical. El triunfo electoral de Frondizi se debió en gran parte a los votos peronistas.
Intervino la CGT y fijó un plazo de 90 días para su normalización, levantó las prohibiciones e inhabilitaciones que pasaban sobre ex - funcionarios del gobierno peronista y se sancionó la Ley de Asociaciones Profesionales.
Se intentó la unificación del movimiento obrero, realizando elecciones en los gremios, en un Congreso de la CGT. Se enfrentaron dos sectores que competían por el control: por un lado las 62 “Organizaciones peronistas" y por el otro "los 32 gremios democráticos” conformado por socialistas y radicales.
El gobierno trató de ganarse a los dirigentes peronistas moderados, fundamentalmente en el interior del país.
El Presidente fue depuesto y detenido en la Isla de Martín García el 28 de marzo.
Mediante un ardid de la Corte Suprema, el 29 de Marzo de 1962 se toma juramento como "presidente provisional" al senador radical intransigente José María Guido (1962/1963), quien era presidente provisional del Senado. Finalmente, durante la Presidencia de Guido se logró la normalización de la central obrera y se eligió Secretario al dirigente textil peronista José Alonso en enero de 1963.

Retorna la democracia al país con Arturo Illia (12/10/63 al 28/06/63), y surge en el movimiento obrero un hombre fuerte de las 62 Organizaciones, Augusto Vandor.
Con un gobierno constitucional y una CGT normalizada al mando de José Alonso (asesinado el 27 de agosto de 1970), y con el fortalecimiento económico de las organizaciones, comienza un plan de lucha que no sólo se basaba en reivindicaciones laborales sino fundamentalmente el retorno al país del líder político del peronismo.
El sindicalismo comienza una etapa pendular, donde se constituye la aglutinación de diferentes tendencias: por un lado los combativos, que propiciaban la confrontación; y por el otro, los participacionistas, que respaldaban la negociación; se había conformado una tercera tendencia que era la de los vandoristas, que utilizaban al mismo tiempo y alternadamente la negociación y la confrontación.
Resultaba claro que el gobierno radical no estaba interesado en el regreso del Perón a Argentina.
Esto hizo que en el año 1964 entre el 21 de Mayo y el 24 de Junio la CGT llevará a cabo ocho operativo con los que logró la paralización de 11.000 fábricas y comercios con casi 4.000.000 de trabajadores.
Sin el apoyo popular, culmina el proceso de lucha con la detención de Alonso y comienza una nueva división de la CGT: por un lado la CGT “leales” de Vandor
(que fue asesinado el 30 de junio de 1969) y la CGT “de pie” liderada por el primero.

Cuando Juan Carlos Onganía (1966/70) irrumpe en el poder mediante golpe de estado, con alguna connivencia de ciertos dirigentes gremiales, el panorama gremial era el siguiente:
Es un contexto de enfrentamiento y política de diferenciación entre favorables y opositores al gobierno.
Con un plan económico de estabilización y una política económica dura del ministro de economía de turno (K.Vasena) que dicta la suspensión de la convenciones colectivas de trabajo. Raimundo Ongaro fundó en1968, durante la dictadura, la central sindical CGT de los Argentinos. Un hecho trascendente se produce en éste período, el cordobazo. Trabajadores de varios gremios (metalúrgicos y transporte entre otros) llaman a la huelga los días 15 y 16 de Mayo.
Cuando los obreros del SMATA (mecánicos) realizaban una asamblea son reprimidos y se produce una batalla campal en plena ciudad de Córdoba.  La ciudad se paraliza totalmente, los estudiantes apoyan las medidas de la CGT y se dispone el cierre de la Universidad.
El movimiento obrero cordobés, resuelva el 26 de un paro general de la actividades de 37 horas a partir de las 11 horas, y a las 72 horas, el abandono de los lugares de trabajo con manifestaciones callejeras, las protestan y la represión culminarían con el saldo de un estudiante y un obrero muertos. El gobierno militar impone el toque de queda y el Ejército inicia un proceso de control de la ciudad. En las primeras horas del día se iniciaron juicios sumarios y consejos de guerra - con la consecuente encarcelación de los dirigentes Agustín Tosco, Elpidio Torres y Atilio López.
Este período se reconoce como de una profunda agudización de los conflictos sociales, huelgas generales, asesinato de dirigentes gremiales, etc., y que precipita la caída de Onganía. Es reemplazado por otro militar, Marcelo Levingston y en Mayo de 1971, termina con gobierno y arribaría, finalmente, el General Alejandro Agustín Lanusse, que intentó, inútilmente, lidiar contra la historia y Perón.

  1. Período 1973-1976: Gana las elecciones el proyecto peronista con Héctor J.Campora (25/05/73 al 13/07/73) como presidente de la Nación con el objetivo de promover el regreso de su máximo líder.
Vuelve el sindicalismo a consolidarse políticamente y a encolumnarse tras el objetivo del regreso y posterior tercer mandato de Juan D. Perón (02/10/73 al 01/07/74), reacomodándose como un interlocutor importante en la vida social del país. Sin embargo persistirán las disputas del poder con los líderes políticos luego de la muerte de Perón.
En éste período tanto el movimiento obrero como el partido político, sufren con diferentes resultados, el embate de los sectores políticos más radicalizados. En el primer caso resiste sin que se vea obligado a ceder el poder. Había logrado crear anticuerpos como consecuencia de los avatares que tuvo que soportar a lo largo de 18 años, creando un ostracismo verticalista difícil de modificar.

A pesar de ser un corto período histórico, los sucesos por su contundencia, amerita que podemos subdividirlos en tres momentos:

§           Los sindicatos y el pacto social: cuando renuncia Campora para dar lugar a Perón a la presidencia, el líder se encontró con una disyuntiva: fortalecer los vínculos con la rama de la juventud que había luchado por su regreso, o delegar en la rama gremial que aunque había demostrado su lealtad, no siempre respondió a sus maniobras e incluso pretendió independizarse políticamente. Tras la reconciliación con Perón, el movimiento sindical disfrutaba de las ventajas institucionales que mediante las reformas a la Ley de Asociaciones Gremiales pudieron incrementar y centralizar las estructuras consolidando las posiciones de los jefes sindicales.
Cuando los conflictos de base arreciaban, no hubo otra alternativa que realizar un pacto social amplio que incluyera a empresarios y trabajadores. Sin embargo durante marzo y junio de 1974 se registró el promedio mensual más alto de conflicto de los tres años de gobierno peronista, la mayoría de ellos relacionados con aumentos salariales. La dirigencia sindical se encuentra en un callejón sin salida, por un lado reconoce la figura del líder y por el otro sabe que arriesga la continuidad al frente de los sindicatos.

§      La muerte de Perón: Con su desaparición el proyecto político-económico había sufrido un retraso. Ya no estaba Perón para aglutinar y entonces la CGT deseosa de recuperar espacio perdido reclama a la presidente la renegociación del Pacto Social. Con la muerte de Perón, asume el poder el 01/07/74 María Estela Martínez de Perón para terminar derrocada el   24/03/76. Inicia un estilo de política de puertas cerradas y entorno,   se va aislando, y la central obrera va perdiendo confianza en el proyecto. Por otro lado, se vislumbra el crecimiento de una disidencia sindical heterogénea conformada por dirigentes que estuvieron en las luchas sindicales del 68/72 donde se destacan Rene Salamanca (desaparecido el 24/03/76), Agustín Tosco (murió a los 45 años, el 5 de noviembre de 1975) y el gráfico Raimundo Ongaro (le mataron un hijo, cayó preso 14 veces y marchó al exilio).
Comienzan las medidas de intervención, encarcelación de dirigentes y obligados a la clandestinidad el sindicalismo opositor vuelva las prácticas de antaño. Mientras tanto la ortodoxia gremial logra la normalización hacia fines del 74 mediante asambleas y elecciones que confirman a los principales jefes sindicales.

§      La crisis política: Comienza a gestarse una lucha por el control del gobierno, el poder sindical versus el poder político. La enemistad de algunos súper ministros hacia las organizaciones obreras termina con un pedido de renuncia de Lorenzo Miguel a un ministro clave (López Rega).
La crisis sindicatos-gobierno se agudiza y éste resuelve anular los convenios, otorga un 50 % de aumento general, los trabajadores se movilizan y la cúpula sindical se ve obligada a responder al descontento de los trabajadores y a la precipitación de la caída del gobierno o poner en peligro la conducción de los gremios.  Cae el súper ministro, la economía se complica y aunque los líderes sindicales se apresuran a dar apoyo a su gobierno, la caída de la presidente era un hecho.


  1. Período 1976- 1983: El 26 de Marzo de 1976 nuevamente los militares irrumpen en el poder a través de la Junta Militar y comienza el proceso de la dictadura militar mas cruenta que haya tenido hasta ese momento la Argentina, una etapa de persecución e intervención de los sindicatos.
En éste período tanto la política como la acción sindical quedó paralizada. Como sucedió en el pasado, los gobiernos militares persiguieron tanto a políticos como a los trabajadores y trataron de controlar a sus dirigentes y a las centrales obreras.
La otrora poderosa CGT. veía disminuir sus privilegios, y manteniéndose coherente a las tradicionales disputas intestinas del pasado, la central obrera se dividió en dos: la CGT. Brasil y la CGT. Azopardo, denominación tomada del domicilio de sede.
El gobierno de facto propugnó un modelo económico de inspiración liberal y postulaba idealmente pasar de una economía de especulación a una de producción, sin embargo, esos objetivos no fueron alcanzados. El efecto provocado fue un crecimiento explosivo de la especulación financiera y una caída dramática de las actividades productivas.
Durante esta etapa el estado intervino los sindicatos y se modificaron los regímenes de los mismos.
Obviamente en el marco general de prohibición de toda actividad política, ésta también procedía a las sindicales, teniendo vedado prestar apoyo directo o indirecto a partidos y candidatos políticos y participar en política.
Los sindicalistas imposibilitados de realizar reclamos en el país acudieron a cuanto foro fuera posible, así presentaron en la Asamblea de la OIT en Ginebra, las quejas hacia el gobierno para que se respeten las libertades sindicales.

El debilitamiento gradual del poder político de los sucesivos gobiernos de facto producía un efecto directamente proporcional de recuperación del poder sindical.
Con pocos días de diferencia se vieron en el país dos hechos que marcarían las antagónicas expresiones que signaron éste país. En el mismo lugar histórico de Plaza de Mayo donde se produjeron hechos trascendentes para el país, una movilización liderada por el movimiento obrero fue cruelmente reprimida y una multitudinaria manifestación de apoyo al gobierno militar por la recuperación de las Islas Malvinas. La derrota en la guerra contra los británicos adelanta el proyecto de reconstrucción democrática del país.
                                                                                                                                                   
                                                                                                       
                                                                                                          Cipolletti, Mayo 2010
Bibliografía:

Manual de Historia de las Instituciones Argentinas - Víctor Anzoátegui-Eduardo Matir; Formación de la burguesía moderna – Manuel Bejarano; Las luchas obreras y la clase dirigente – Hugo Galmarini; Buenos Aires: una historia- José Luís Romero; La política inmigratoria – José Panitieri; El movimiento sindical argentino – Sebastián Marotta; Movimiento Obrero, nacionalismo y política argentina – Samuel L. Baily; Los sindicatos en el gobierno 73-76 – Juan Carlos Torre
Reflexiones sociológicas sobre la historia sindical argentina – Arturo Fernández; Realidad y cambio en el sindicalismo – Rubén Rotondaro; Historia Sindical- Cesar La fuente                                                                                                             



2 comentarios:

  1. Daniel: A pesar de que no estamos todavía demasiado viejos, si mirás en los dobleces e intersticios del almanaque, verás que ya pasaron más de 25 años desde 1983 y que esto podría inducirte a escribir un cuarto capítulo de la Historia del Movimiento Obrero Argentino.

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  2. Pedro muy atinado tu comentario, no creas que ha sido solamente por el peso del calendario personal, sino que esta etapa de democracia del 83 a la fecha es tan reciente que no es posible abstraerse de fiaje una posición ideológica.Sin embargo tomo la posta y me pongo a trabajar.
    Un abrazo

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